Queremos abrir un espacio de debate y reflexión en torno al tema de la exclusión y los excluidos, del destierro y los desterrados. Un tema que nos apasiona y que nos mueve a construir el inicio de un diálogo, en este espacio. Los motivos que nos llevaron a decidir plasmar en post las ideas y observaciones que sobre el tema de la exclusión y los excluidos fuimos acumulando a lo largo del tiempo, tanto en la tarea terapéutica como en diálogo con colegas y alumnos, así como en el buceo personal en nuestras propias historias, son varios. Uno de ellos es el hecho que nos parece un buen momento en el desarrollo de la indagación del campo Constelar sobre este tema para hacer un replanteo e intentar aportar una visión diversa.
Es posible que nuestra visión sobre la familia parezca dispar en relación a la enseñanza que se deriva del movimiento tradicional de constelaciones familiares. Y creemos que lo es, en muchos puntos. Sin embargo, no lo es a causa de un deseo de oposición o cuestionamiento, sino solo algo motivado por el interés de visibilizar otro aspecto de la familia que, también, es una realidad que, por momentos, nos parece, se posterga de enfrentar.
La familia no es una abstracción ideal sino una construcción cultural que carga con las dinámicas y malestares propios de la cultura. Una de sus labores es reproducir el sistema de valores del orden social al cual pertenecemos. Y, esta tarea de transmisión ideológica y moldeo social, si bien se lleva a cabo de modo inconsciente, muchas veces, se opera a costa de la dicha y la felicidad de las personas. Por esa vía la familia no coadyuva a la gestación de individuos autónomos y responsables de su propia naturaleza, sino que produce identidades ajustadas a un modelo único, valorado como el verdadero.
Los marcos van cambiando, pero la esencia de la estructura permanece sólida y aunque se van permitiendo “retoques” que permiten el desahogo de tensiones que de otro modo colapsarían el sistema, no existen verdaderas “rupturas” al interior del orden familiar. Seguimos haciendo lo que hacíamos hace 5000 años y las relaciones que organizan la red familiar continúan girando sobre los mismos ejes. La familia no es una figura que protege la libertad y el desarrollo independiente de sus miembros. Todo lo contrario, subyuga a las nuevas generaciones a una identidad y un sistema de creencias acorde a sus fines que están muy lejanos de promover, per se, la individuación.
Esta mirada pesa, sin duda, a la hora de considerar el ir y venir, en la clínica, de los procesos de exclusión y del retorno de los excluidos como síntomas, conflictos o patrones vinculares de repetición. La interpretación que se desprende es necesariamente diversa a imaginar que excluir es solo un acto de sobrevivencia o de censura del sistema.
En realidad, la exclusión es, en general, un acto violento de crueldad que desnuda la imposibilidad del sistema de aceptar lo diferente. Pero no de un sistema en particular. No se trata de una conducta privativa de una genealogía. Por el contrario, la exclusión es una invariante de los sistemas familiares en sí mismos y no un fenómeno accidental de algunos. Y esto implica que la exclusión es una manifestación de la violencia inherente que existe en todo sistema familiar. O, dicho de otro modo, de su falta de amor.
En la medida de lo posible en cada comentario trataremos de ejemplificar con relatos de la clínica o algún otro recurso para así hacer más evidentes las propuestas y cuestiones que abordemos. Entonces, iniciamos una conversación con todos los que quieran participar sobre el territorio de la exclusión y los excluidos.
-Sujey Alemán Roldán y Eduardo H. Grecco-
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Comentarios
Leer esta breve introducción al tema me llena de interés y esperanza, para mi el tema ha significado aprendizaje de sobrevivencia primeramente y después ya como una pasión obsesiva por descubrir las dinámicas, casi siempre sutiles, de la exclusión desde la observación directa, leyendo algunos textos es decir aprendiendo un poco por la vía libre. La inconsciencia y la negación de los ejecutores me parece una terrible constante. Tomo esta cita del texto de arriba “En realidad, la exclusión es, en general, un acto violento de crueldad que desnuda la imposibilidad del sistema de aceptar lo diferente” … un acto violento de crueldad … si aun mas cuando la persona excluida tampoco está consciente e ignora estas prácticas, solo las padece. Muchas gracias por compartir, seguiré atento a partir de ahora de sus publicaciones, apenas los voy conociendo, me encanta!! Saludos
Muchas gracias por abrir este espacio tan importante. Me gustaría contactar a alguien que me puedan recomendar en la ciudad de Queretaro. Se los agradecería mucho. Saludos.