¿Cuánto has perdido o dejado de disfrutar por no poder expresar lo que sientes?
¿Cuánto te congela el hablar en público?
¿Qué tan difícil se te hace mirarte con dulzura cuando no pudiste expresar lo que querías?
Nuestra voz y nuestra palabras hablan de nuestra identidad personal. Nos abren la posibilidad de ir al mundo no solo para expresarnos si no también para transformarlo. Esta transformación de la realidad refleja nuestra transformación interna, y esto transforma lo externo.
Al inicio de la vida no escuchamos palabras, solo voces, que por un tiempo serán un código que luego tomará significación. Nuestra voz está asociada a la madre, a la libertad de expresión, así cuando pasamos del “grito a la palabra” aprendemos a controlar la voz para llegar a la articulación. Y es aquí que nos damos cuenta que a veces no es nada fácil expresar lo que sentimos de verdad. De alguna manera percibimos el impacto que eso tiene en nuestro camino de vida, y esto nos puede atemorizar o incluso paralizar.
En este taller te invitamos desde la visión vincular y sus implicaciones sistémicas a leer este mensaje entre líneas que muy probablemente hasta hoy ha estado bloqueado para ti: ¿qué es lo que no me permito expresar, y por qué?
Te esperamos!
¿Tienes dudas? ¡Escríbenos!