¿Te has dado cuenta de lo difícil que es expresar ese daño que sientes que sufriste?
¿Te surgen emociones que no tienen explicación y que aparecen cuándo menos te lo esperas?
¿Quisiste alguna vez expresar lo que viviste pero no te sentiste apoyado y validado por los demás?
En nuestra infancia hemos vivido situaciones difíciles, dolorosas y complejas que muy probablemente no tuvieron un sostén vincular adecuado para poder transitarlas, darles un sentido e integrarlas en nuestra vida. Esto nos impacta a nivel de síntomas emocionales o físicos por lo que necesitamos de alguna manera darle una posibilidad de validación y resignificación a nuestras primeras experiencias de vida.
Debemos de imaginar que todo nuestro universo de heridas se escenifica no solo en la conducta y nuestros sentires sino que también en nuestro cuerpo. Es decir, nuestro cuerpo lleva la cuenta de todas aquellas cosas que nosotros en nuestro psiquismo silenciamos.
Te invitamos a un taller especialmente diseñado para ti donde visitaremos esa herida que sigue viva. Sin embargo, esta vez ya no irás solo si no que acompañado en un contexto seguro desde el apoyo que nos brindan la visión vincular y el trabajo sistémico.
Te esperamos!
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